domingo, 1 de junio de 2008


Ahora, nada es imposible.
Sus palabras vuelven a sonar imprevisibles, intactas, vírgenes, suicidas
y yo contra mi boca me las partiría; pero ahora vida mía
tienes que aprender a dar besos en sequía,
a perseguir lunas y a estrellarte contra el suelo,
a saber morder las fantasías,
a dejar de pensar con el corazón
o tal vez a empezar a pensar con él.
Lo que te desborda es tanta desilusión,
lo que mas lastima es tanta confunsión.
No sabes si quieres dar, no sabes si eres capaz de amar,
no sabes cuánto amor fue el que recibiste,
ignoras si alguna vez has dado;
Aprende a amar y no a ser amado.
Aprende a escuchar el silencio,
a perdonar con un beso,
a acariciar con la mirada, a mirar con las manos.
Aprende que cuando se ama nada es demasiado.
Y que se vaya.
Que desaparezcan:
LA INVISIVILIDAD DE SUS OJOS,
EL VENENO DE SUS PALABRAS,
LA TORPEZA DE SUS ALAS
QUE SIEMPRE MIRAN LO INVISIBLE,
SIGNIFICAN LO CONTRARIO
Y VUELAN EN LA DIRECCIÓN EQUIVOCADA.